Aliento Del Cielo

MOMENTO DE HUIR PARTE II

“Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehová el Señor. Ezequiel 11:19-21

Para nadie es un secreto lo que estamos viviendo y a qué nos estamos acercando; pues muchos dicen que todo lo que está escrito en la Biblia se esta cumpliendo, pero sólo lo dicen y no toman la decisión de cambiar su estilo de vida y retoman una senda mejor que los lleve a un cambio radical. La palabra de Dios debe ser nuestro espejo para que podamos ver lo que debemos cambiar, pues ella nos confronta y nos señala aquellas cosas que realmente debemos abandonar. Sin duda estos días acabamos de pasar un fin de semana “sangriento” y de mucho dolor, donde jóvenes perdieron sus vidas sin oportunidad de salvacion para sus almas; pues el diablo tomó control de la mente de un individuo para erradicar de la tierra vidas, sin ningún derecho. El único que tiene derecho de dar la vida y de quitarla es nuestro Dios. Es “momento de huir”, el tiempo de escapar por nuestras almas se está acortando. Dice Proverbios 4:25-26 “Tus ojos miren lo recto, y dirijanse tus parpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies y todos tus caminos sean rectos.”

Le estamos dando mucha importancia a las cosas vanas de la vida y queremos complacer más a nuestros familiares y amigos, pero las cosas que realmente tienen valor la desechamos sin importarnos que la ira de Dios será derramada sobre la humanidad. “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” 2da Pedro 3:9-10. Nuestra manera de vivir nos está llevando cada vez más lejos del deseo de Dios para nosotros. Debemos mirar cuál es ese deseo, para que recibamos la vida eterna. Desde antes de la

fundacion del mundo ya Dios sabia que la humanidad iba a caer en el pecado y aún así envió a Jesús a rescatarnos; pero eso no nos importa, no valoramos su sacrificio y seguimos caminando como si nada estuviera pasando. Me imagino el dolor que le causamos a Dios cuando somos desobedientes a todo lo que él ha preparado para nosotros y lo ignoramos y como dice Proverbios 16:2 “Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espiritus.” Creemos siempre que estamos actuando bien y lo único que hacemos es irrumpir en la voluntad de Dios, la cual es “agradable y perfecta”, para que no caigamos. El diablo se aprovecha de nuestra desobediencia para robarnos el gozo, la salvación, la paz; para eso vino a “hurtar, matar y destruir; pero Cristo vino a dar vida y vida en abundancia” Juan 10:10

Una de las promesas de Dios para el que desee aceptarlo es “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos y quitaré el corazón de piedra…..lo primero que Dios hace en nuestras vidas es tomar nuestros corazones para transformarlos y sanarlos y, hacerlos sensibles ..y les daré un corazón de carne para que anden en mis ordenanzas, guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios” Solo un Dios de amor nos dice es el “momento de huir”, él desea ser nuestro Dios, para llevarnos de la mano y no tropecemos. “Yo” le estoy propiciando la salida para que dejen de estar esclavizados y lejos de mis preceptos, “Yo” le estoy mostrando el camino de huir de las garras de Satanás, el padre de la mentira, que lo único que desea es llevarlos con él al infierno. Pero además dice Jehová el Señor “Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, “Yo” traigo su camino sobre sus propias cabezas.” Es decir que de no obedecer a lo que Dios manda seremos quitados de la tierra; pues las consecuencias del pecado es la “muerte”. El Señor es el que restaura, quita el dolor, venda las heridas, echa colirio en tus ojos, rompe las cadenas y te ayuda a escapar. No le permitas al enemigo de las almas que te paralice. Ahora es el “momento de huir”. Dios te bendiga.