Aliento del Cielo
- Julia Castro
- 30 may 2016
- 3 Min. de lectura

MOMENTO DE HUIR
“He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oir la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.” Amós 8:11-12
El recorrido que hace el tiempo por nuestras vidas no es en vano, así mismo lo hace la palabra de Dios, la cual va instruyendo a cada ser humano de cuál debe ser nuestra actitud frente a ella y no sólo eso, sino nuestra responsabilidad en cuanto a obedecer sus preceptos y enseñanzas como nos dice en Hebreos 1:1-2 “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo…….” Debemos meditar en todo lo que hemos escuchado y sopesar cuál es nuestra realidad en cuanto a todo lo que vemos y estamos haciendo para que esta palabra que nos ha sido dada germine y de los frutos esperados por Aquel quien la ha dado para que nuestras vidas sean cambiadas.
Es “momento de huir”, no a una montaña, no a un cerro, no al desierto; pues existen cosas que están acomodadas en nuestro ser y nosotros mismos somos los que en muchos casos no queremos que salgan, pero el mismo Dios es quien nos dice “Yo Jehová escudriño la mente”. No hay nada en nosotros que se escape de Su ojo. Nuestra huida debe ser de todo aquello que se llame pecado y que nos mantengamos buscando la presencia de Dios para que nuestras vidas sean favorecidas; sólo hay una forma y ésta es pidiendo dirección a Dios, buscando un acercamiento con el dador de la vida y la salvación; no entreteniéndonos en cosas que nos desenfocan de la realidad que estamos viviendo, jugueteando con el pecado. Dice en Jeremías 6:6 “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestras almas…” Tenemos la manera de saber como huir, como escapar para adquirir la salvación de nuestra alma y no ser alcanzados por la ira venidera. El Señor nos está dando voces para que despertemos, pues Sus juicios se están acercando y Su mayor deseo es que toda la tierra pueda escuchar el sonar de la trompeta. “He aquí vienen días, dice el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oir la palabra de Jehová…..” Nos olvidamos de lo que Dios nos dice, pues no nos gustan las correcciones sino, conseguir las cosas con facilidad y rapidez, la vida en desobediencia, el mundo, la mentira, todo cuanto nos hace creer que no importa lo que hagamos; en muchos casos decir “yo creo en Dios”; y pensar que con eso estamos bien ante el Señor; pero se acercan tiempos tan difíciles que el “hambre de oir la palabra de Jehová” se agudizará, y entonces dice el mismo Dios “E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová”, y no la hallarán”. Usted sabe que en los tiempos cuando haya llegado el tiempo de la “Gran Tribulación”, cuando la Iglesia de Cristo sea quitada de la tierra, también se va Su palabra y esa es la razón por la cual hoy escuchamos tantas personas predicando esta palabra maravillosa, la cual es el mismo Dios hablando a cada corazón para que sean abiertos los sentidos y salgan de la muerte espitirual en que viven y puedan escapar del tormento eterno. La palabra de Jehová, ha sido dicha desde tiempos inmemoriables; pero no ha sido escuchada por muchos; ha sido burlada por tantos, ha sido criticada por ignorantes, ha sido blasfemada por algunos que se dicen intelectuales; cosa que nos apena; pues esos serán los que la “buscarán” y “tendrán comezón” de que alguien le predique, pero ya no habrá ni un solo predicador en la tierra, ni un “aleluya” como muchos llaman a los que le servimos al Señor; pues nuestra trabajo en la tierra habrá cesado y estaremos gozando de las promesas que el Señor en su bendita palabra nos da. Se acorta el tiempo; pero todavía el “momento para huir” está disponible. Asegúrate de escuchar la palabra de Dios, digerirla, memorizarla y permitirle que ella haga el trabajo en tí para lo cual fue dada a la humanidad, traer la salvación. Dios te bendiga.
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