Opinion
- Carlos Martínez Márquez
- 15 abr 2016
- 2 Min. de lectura

Condiciones de un congresista o líder comunitario
‘’ Un líder es aquel que conoce el camino, transita el camino y muestra el camino’’. Jhon.C. Maxwell
En mi breve reflexión, esta ocasión ocupa mi mente en cuanto a lo que acontece en el mundo del proselitismo de siglo 21. Es la nueva era, que de modo histórico, nos remonta a siglos pasados, donde el canibalismo era un medio de subsistencia para inocular la permanencia territorial de grupos de desalmados e irracionales. Hoy tenemos una gran representación de algo parecido, pero de estos tiempos modernos. El liderazgo con que cuenta la Republica Dominicana, a través de quienes nos representan, están casi ya en extinción. Es como si cayera un meteorito e impactara la tierra, y todo se haya evaporado, llevándose consigo la esperanza de un nuevo renacer.
Un líder político o comunitario es alguien quien inspira confianza, es aquel quien toma decisiones que afecte de modo positivo a su comunidad. Y que logre aglutinar una legión de comunidades que trabajen con un objetivo común. Entonces, si el hecho de ser un candidato de arrastre no lo convierten en líder, ¿Cuáles serían esas cualidades que habríamos de resaltar?
El carisma se adquiere mediante el trabajo que procura desarrollar cualidades del saber, que esté en condiciones de conocer los detalles de su comunidad que representa, para poder colaborar con el desempeño de la misma. La confianza, es otra cualidad que debe generar un líder comunitario, la comunidad está muy escéptica. Está llena de dudas por los desalientos y frustraciones de no ver resultados tangibles que tiendan a mejorar sus condiciones de vida de muy baja calidad. La integridad deberá ser otra cualidad que debe exhibir un líder, como la de ser capaz de mantener su palabra, que le genere mucho crédito de admiración. Y que este al final, no cambie el curso de su propuesta original.
El modelo de conducta, es otra férrea cualidad que ha adquirido en cuanto a su vida pública y privada. Este deberá ser consistente de predicar con el ejemplo, que de no mantener esa cualidad, perdería rápidamente el respeto y credibilidad de su comunidad que le apoya desde siempre. Los líderes de hoy día, no estarían en condiciones de sembrar en aquellos: el positivismo, el optimismo y la visión que lo mantenga enfocado, en elevar el nivel de conciencia del ciudadano. Con frecuencia observamos en los medios como se comportan los legisladores. ¡Dejan mucho que desear! Muchos de ellos, carecen de ortografías, manejan el lenguaje a la altura de cualquier pedestre de periferia, con escasos niveles de educación.
Un líder comunitario o cualquiera que surja de la sociedad civil, podría ser una reserva de oro, para estos momentos de sequía de líderes, que están dispuestos a servir a la política y a la sociedad. En la actualidad, quienes allí nos representan, están ávidos de poder, con el único objetivo de arrebatarnos la integridad, el decoro y la vergüenza. ¡Tengan fe!
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