Aliento Del Cielo
- Julia Castro
- 15 abr 2016
- 3 Min. de lectura

LO PENDIENTE POR RECIBIR
“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25:40
Cuando nos sometemos bajo los designios de quien nos creó es realmente una decision de gran valor en el ámbito espiritual, pero además es una actitud de valentía, pues estamos dejando saber a todos los que están a nuestro alrededor que vamos a pertenecer no a una religión diferente a la de nuestros padres, sino a un ejército compuesto por hombres y mujeres dedicados por entero a recibir órdenes de uno que nos llama a su servicio; y nuestro nuevo Jefe se llama Jesucristo. Hoy en día hay muchas personas que no saben qué posición tomar ni qué hacer y en cuanto a qué camino dirigirse, están tomando el errado y están perdiendo la visión de las cosas que deben hacer. El Señor quiere retribuirnos. El deseo que él tiene es galardonarnos por la conducta que él estime buena; pero debemos de saber que si nos equivocamos recibiremos el castigo que nos merecemos. Dios tiene para sus hijos una gran recompensa. Se nos habla en Mateo 25:31-40 “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y seráan reunidas delante de él todas las naciones…..él nos narra todo lo que ha de acontecer y qué posición tendremos en su reino ; es importante que entendamos que nuestro Dios va escribiendo todo lo que nosotros hacemos y nada es oculto para él. Su deseo es que todo lo que nosotros hagamos, sea como para él sin importar a quien estemos dando el servicio. Encontramos en 2da. Juan 1:8 “Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.” Es imprescindible que sepamos cómo debemos conducirnos, pues muchas veces por nuestras malas acciones no apreciamos lo que hemos recibido y perdemos buenas oportunidades de trabajo o negocio, buenas amistades, y hasta buenos familiares y en todo eso el Señor quiere recompensarnos, pero por no dejarnos llevar, perdemos el pago que nos merecíamos. Si reconocemos que Dios es el que retribuye nuestro trabajo, es seguro que nuestras vidas serán bendecidas, pues toda retribución que Dios nos otorga es la que nos traerá grandes beneficios; ya que el ser humano no posee las consideraciones que en todo momento se deberían tener. En el caso contrario, la palabra de Dios dice en Proverbios 10:22 “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”. Cuando Dios nos bendice, nos sentimos regocijados y satisfechos, pues sabemos que todo lo que nos llega de parte de él, no nos trae ningún tipo de problema o disgusto a nuestra vida; pues entendemos que todo lo que él da, es bueno. Dice en el libro
de Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” y en Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Dádiva es el regalo; es todo lo que recibimos de parte del Señor: buenos regalos y dentro de esos regalos nos dio “vida eterna” en Cristo Jesús.” Seremos recompensados por todo y en todo lo que hagamos con nuestras vidas, que sea conforme a Su deleite. En él podemos darnos cuenta que la recompensa tenemos que ganarla con nuestras acciones, tenemos que servir a los demás para que se nos otorgue el pago justo y como dice Marcos 9:41 “Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa”. Siempre que hacemos algo obtendremos remuneraciones considerables. El Señor dijo que cualquiera que os diere un vaso de agua” algo tan sencillo como eso, si servimos a los demás como se nos manda, no perderíamos nuestra bendición, pues él no se queda con nada de nadie y lo que está “pendiente” de pago, lo recibiremos. Dios te bendiga,
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