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Aliento del Cielo

  • Julia Castro
  • 3 abr 2016
  • 3 Min. de lectura

LA INFLUENCIA PARA SABER ESCOGER

“Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte”Proverbios 16:25

Somos más que privilegiados, hemos nacido con una facultad increíble de escoger lo que queremos ser, lo que queremos hacer, de tomar nuestras propias decisiones, pero el Espíritu Santo es el que debe influenciar para que sepamos como alzar nuestra voz y expresarnos de la manera correcta, y sin olvidar lo que nos dice Proverbios 5:21“Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y él considera tus veredas”. Es simplemente reconocer que estamos supervisados a cada instante de nuestras vidas, y por lo tanto tratar de hacer las cosas de manera que no le demos motivos a Dios de recibir la expulsión de su benevolencia. La palabra de Dios es la guia perfecta que tenemos para conocer cuáles son los caminos y veredas por los cuales debemos andar; pues muchas veces tomamos rutas equivocadas, pues buscando consejos de hombres nos dejamos envolver de cosas ilícitas y tergiversadas de modo que cuando venimos a despertar ya estamos en el fango. El mundo nos ofrece de todo, hasta de lo que no imaginamos, pero cuando recibimos el consejo de Dios es difícil caer en las garras de aquel que sí le interesa que tanto tú como yo seamos partícipes de todo lo que nos ofrece; pero maravilloso es cuando escuchamos la voz de Dios y como Tomás cuando tuvo una conversación con Jesús le dijo en Juan 14:5-6 “…no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Se es tan difícil caminar por el camino trazado por el Señor; pero tan fácil seguir la senda del mal y ésto así porque el enemigo de las almas o sea Satanás se ha encargado de envolver a la humanidad en su telaraña de envidia y egoísmo, para que el hombre y la mujer no llegue al conocimiento pleno de la verdad que es Jesús

y arrastrarlo a las profundidades junto con él. En Mateo 7:13-14 encontramos a Jesús dándonos una orden y dice “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida,y pocos son los que la hallan”. La ordenanza de Jesús es a seguirlo a él, en Juan 10:9 Jesús mismo dice: Yo soy la puerta; el que por mí entrare, sera salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”. Cuando el Señor nos ordena “Entrad por la puerta estrecha” está demandando de nosotros que adoptemos un compromiso con él, que dejemos afuera todo lo que pertenece a la carne para convertirnos en personas con un sentido amplio de lo espiritual, que nos olvidemos de lo que fuimos en un tiempo y que vengamos a ser partícipes de su reino, permitiendo ser influenciados por él. Cuando aceptamos su invitación a entrar esto implica que vamos a romper todo vínculo con el pasado; pues ahora en nuestra nueva vida con Cristo hallaremos refrigerio para nuestras almas; no tendremos necesidad de querer lo que los demás tienen, pues como dice el Apóstol Pablo en Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Nuestra ansiedad de conseguir las cosas fáciles nos perturba y en muchas ocasiones nos quita el sueño y ahí se aprovecha Satanás para tratar de seducirnos, pero debemos analizar los pro y los contra de cada proposición para no dejarnos arrastrar y llegara perder hasta la vida. Encontramos en el Salmo 37:23 “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino”; sólo él tiene la potestad de ayudarte a salir de donde estás y a enderezar tus veredas, recuerda que es fácil caer, pero difícil levantarte y en ese momento es cuando el enemigo tratará de seguirte pateando para impedir que te levantes; pero sí hay uno que te va a ayudar a levantarte, a enderezar tu camino, porque él es el camino, te enseñará la verdad, porque él es la verdad y te dará vida y vida en abundancia, porque él es la vida y es a través de él que recibirás la salvación para tu alma. Cuídate de los caminos por los cuales andas, evita ser influenciado por las cosas que aunque parezcan fáciles, te pueden hacer caer en profundidades; pero no olvides de esta promesa de Romanos 10:13 “…porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, sera salvo”. La influencia que el Señor nos proporciona nos lleva a recibir la vida eternal, nosotros debemos saber escoger. Dios te bendiga.


 
 
 

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