A Hipólito Mejía no le extraña jueza liberó venezolanos porque “justicia dominicana es una pocilga”

Santo Domingo.- El expresidente Hipólito Mejía dijo hoy no sentirse extrañado con la decisión de la jueza Aristida Mercedes que dispuso la liberación de los cinco narco venezolanos, atrapados con más de 300 kilos de drogas, porque, a su entender, la justicia dominicana es una pocilga.“Eso no es raro en la justicia dominicana. La justicia dominicana es una pocilga. Eso es la justicia dominicana. A mí no me extraña nada. Ahora, ojalá que no los dejen ir, que los condenen aquí”, manifestó Mejía en el acto de proclamación de Iris Méndez , hija de Victor Méndez, como candidata a vicealdesa junto a Jose Enrrique Sued.

Antesr, el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, dispuso sean investigadas las circunstancias en las que Mercedes ordenó la libertad “pura y simple” de Carlos Justiniano, de 55 años; Jorge Henríquez, de 44; Gregory Frías, de 23; Gerardo Díaz, de 38, y Jean Carlos Díaz, de 35 años.De su lado, el procurador general Francisco Domínguez Brito de complaciente y “extremadamente laxa” la decisión de la magistrada Mercedes, y advirtió que no permitirán que los cinco imputados evadan la justicia dominicana.“Este tipo de decisiones hacen daño a todo el sistema de justicia dominicano y fomentan la impunidad en los casos de crimen organizado”, dijo el funcionario judicial.Procurador indignado. La Procuraduría General de la República calificó hoy como “altamente preocupante” la decisión de una jueza de liberar a cinco venezolanos detenidos por su presunta vinculación con un cargamento de más de 350 kilogramos de cocaína.La decisión de la jueza “fomenta la impunidad en los casos de crimen organizado”, dijo el procurador general Francisco Domínguez en un comunicado.La jueza interina Aristida Mercedes, de la ciudad de La Romana, ordenó el fin de semana la liberación de los cinco extranjeros porque aparentemente fueron detenidos por los agentes antidrogas sin una orden judicial de allanamiento.Los cinco fueron detenidos el 24 de marzo en el aeropuerto internacional de La Romana, 150 kilómetro al este de Santo Domingo.